Había una vez en Donkey Kong Island, un lugar donde vivían los Kong, un grupo de monos. Lanky Kong era uno de ellos, y a diferencia de sus amigos, él tenía un cuerpo largo y delgado, lo que le permitía alcanzar lugares que los otros no podían.
Un día, el malvado Rey K. Rool y su banda de Kremlings llegaron a la isla para robar el tesoro de plátano de los Kong. Lanky se unió a sus amigos, Donkey Kong, Diddy Kong, Tiny Kong y Chunky Kong, para detener a los Kremlings y recuperar el tesoro robado.
Lanky usó su estatura para su ventaja, escalando árboles y trepando por las rocas para alcanzar lugares de difícil acceso. También podía usar su brazo extensible para agarrar objetos lejanos y atacar a los enemigos desde lejos.
A medida que avanzaba en la aventura, Lanky descubrió que también tenía un gran talento para el baile, y podía usar sus movimientos para distraer a los enemigos y superar obstáculos.
Finalmente, Lanky y sus amigos derrotaron a K. Rool y recuperaron el tesoro de plátano. A partir de ese día, Lanky fue reconocido como un héroe en Donkey Kong Island, y su historia se convirtió en una leyenda en la isla.
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